El retorno, tras las fiestas decembrinas, de “Revolution”
viene marcado de una nueva tendencia: separar a los personajes y envíarlos a
cada uno en su propio viaje. Así Charlie y su abuelo batallan Patriotas en
Texas; Aaron se va de peregrinación a Oklahoma; Los Neville intrigan en la Casa
Blanca y, los ahora pareja, Miles y Rachel acompañan a Bass en una aventura a un México
que Peckinpah hubiese comprendido y amado.
Comenzamos con El Abuelo Gene, que como recordarán, había caído
en manos Patriotas. Le han dado su buena paliza y lo guardan en una celda
oscura. Gene siente pasos y se asusta. Ya conoce la rutina: ahora le llega el waterboarding.
Se abre la puerta y aparece el fantasma de Monroe (El Dr. Porter no sabía que
estaba vivo).” “Vamos, Abuelo” le dice El General y lo libera. Afuera Gene ve
cadáveres de sus guardias y a su nieta. No hay explicaciones, ni tiempo que perder.
Se lo llevan al refugio donde tienen a Miles moribundo.
Todos reciben bien al Dr. Porter, menos Aaron que lo culpa
de la muerte de Cynthia. (¿Cómo Se encontró Aaron con los Rebeldes? No nos
explican). El Dr. Porter tiene un arsenal para curar a Miles con
recetas medievales, pero efectivas. Es por eso que confío más en los médicos
rurales. Le practica una sangría a la antigua, le aplica sanguijuelas para que absorban
la sangre podrida y luego le pone unos gusanos para que se coman el tejido
dañado. En unos días, Miles está perfectamente y Bass exige su pago. El General
Matheson se muestra renuente. Todavía hay trabajo que quiere que Monroe haga.
Tal como acabar con Los Patriotas.
Monroe se exaspera (y con razón). Ya salvó al gordo, ya
salvó al “viejo traidor”, ahora quiere a su hijo. Miles se ofrece a acompañarlos
hasta donde escondió a Connor y recluta los servicios de Rachel. Esta no anda
muy convencida, pero su nueva pareja se lo pone en términos simples. Bass Monroe
tiene un hábito de hacer aflorar los
instintos asesinos de su amigo de la infancia, y Rachel puede ayudar a evitar
desgracias. Hey ¿Qué tal si los instintos asesinos de un Matheson se vuelven
contra la otra Matheson? A caballo, Los Matheson
y Monroe abandonan Willoughby. Rachel promete volver en una semana. Aquí comienza
el desgaje.
Aaron hace su mochila y se va dejando una carta. Charlie no
puede rastrearlo porque Pittman para despistar su olfato de lebrel cruza dos riachuelos.
Entretanto, Truman y sus Patriotas han descubierto los restos de la barbacoa
humana que armaron Aaron y sus Nanos. Pero los Patriotas tiene otros planes,
tales como repartir naranjas a la población. El asunto es que les inoculan algo
a la fruta. Nada bueno será.
(tv.com) |
En Washington, los Neville se integran al mundo de la
Casa Blanca. Julia tiene un plan: conseguir que el Señor Doyle, su marido,
escale el poder ocupando cada vez puestos más altos. Para eso Neville deberá
matar a quienes ocupen esos puestos. Comienzan por el jefe de mando, al que Tom
envenenará durante una velada. Pero su jefe, Roger Allenford, lo interrumpe a cada
rato pidiéndole que traiga un misterioso maletín. Se pierde la oportunidad de
un asesinato político aunque Jason aprovecha de leer los papeles que oculta el misterioso
maletín.
El Mayor se deja de delicadezas. Entra al cuarto de su
victima y lo obliga a tomarse el veneno. Ahora Doyle será el nuevo Chieff of
Staff. Pero nos quedamos sin saber que decían esos preocupantes papeles.
Entretanto, Aaron ha llegado a Spring no sé qué, la ciudad
de Oklahoma que le mencionó Kevin. Resulta ser un pueblo fantasma, pero ya hay
alguien esperándolo. Grace que lo apunta con un rifle.
(hoyhaynoticias.com) |
De todo, lo mejor fue la fiesta mexicana, así que lo dejé
para el final. Bass comienza a preocuparse cuando van dejando atrás Texas y se
acercan a la frontera mexicana. No puede creer que su hijo este allá. Ahí
comienzan a aflora ciertas tendencias supremacistas blancas de Monroe. Me
recuerda la escena de “La Pandilla
Salvaje” en que el mexicano señala la ribera del Rio Grande con un “¡México
lindo!” a lo que su compañero Anglo gruñe “no veo nada lindo por aquí”.
braceros gringos (denofgeek.com) |
Sin embargo, México ha cambiado mucho desde el apagón. Se ha
convertido en un país del Primer Mundo. Ahora ellos construyen muros para
atajar la horda ilegal, los gringos pobres cuya única entrada es servir como
braceros. Rachel, que habla castellano, consigue interesar a un capataz para
que la contrate como recolectora de tomates. Así, los 3 Compadres se encuentran
en un carromato lleno de temporeros.
Pero al capataz le interesa más la compañía de la rubia que
sus habilidades recogiendo tomates. Su acoso pone nerviosa a Rachel. Miles se
desentiende, están a campo abierto. No pueden hacer nada. ¿Cuándo ha detenido
eso al General Monroe? Le quita el rifle al capataz y le da un palo en la
cabeza. Deja libres a los aspirantes a braceros para que “vivan su Sueño
Mexicano” y se hace de la carreta. Rachel y Miles lo miran avergonzados como si
a Bass se le hubiera derramado la sopa en una cena elegante. ¿A qué vienen las
miradas de reproche? Monroe es el único que les saca las castañas del fuego y
el único que soluciona problemas.
México será una república rica, pero Puesta del Sol, el
pueblucho donde se crió Connor es un infiernillo tipo película de Robert Rodríguez
(o de Los Hermanos Almada que fueron la inspiración de Rodríguez): prostitutas,
maleantes, y narcos. Resulta que los tíos de Connor murieron y del chico nadie
sabe nada. Monroe comienza a perder la paciencia. “Si está en una tumba, vamos
a tener serios problemas, Miles”. Miles le responde con la combinación de bostezo
y apatía que lo caracteriza durante este episodio. Sorry, Reina Guivi, pero no
fue su mejor hora.
(btvguide.net) |
Como no tienen nada que hacer, acaban en una cantina. Se les
acerca un grupo de delincuentes, son miembros del Cartel Núñez. Comienza a intercambiar
insultos con El General Monroe quien les ofrece su mejor xenofobia. Miles como que
se despierta y le anuncia que el joven narco es Connor (¿no hubiera sido mejor
decírselo antes de que comenzaran a ofenderse mutuamente?) Connor lo reconoce.
“Eres Miles” y pregunta quién es Monroe. “Soy tu papá” le suelta el susodicho.
Connor Monroe Nuñez (nbc.com) |
A Connor le parece menos interesante conocer a su padre que
el hecho de que se trate del mismísimo General Sebastian Monroe. Los Matheson
se llevan a Monroe. Esa noche al lado de a fogata, El General se lamenta. No
puede creer que su hijo le haya salido un matoncito de barrio. Culpa a Miles
por haberlo traído a ese pueblo de criminales. Rachel mete su cuchara. Connor
es el espejo de Monroe. Si ha salido malo es porque está en sus genes. La respuesta
de Bass es mas dura que una cachetada. “Si eso fuera cierto, entonces Charlie
destruiría el mundo”. Ahí salta Miles a defender a su rubia y le suelta varias
perlas falsas a su amigo como que Monroe no nació para ser padre.
A ver, párenle un momentito, parece que necesitan de un árbitro
adulto aquí. Primero, que no hay tal cosa como maldad hereditaria. Si Rachel
saca esos obsoletos argumentos lombrosianos es muy poco científica. Segundo,
Monroe puede estar loco y ha hecho cosas horribles, pero no es una mala persona.
Lo hemos visto en los flashbacks. Es un ser ultra sensible que se desquició
precisamente cuando volvió a perder a su familia. No hay ninguna razón para que
en otro mundo no fuese un excelente padre y marido.
Por ultimo, ¿Quiénes son Miles y Rachel para juzgar a quien
siempre lo ha perdido todo? ¿Qué han perdido ellos? Miles no ha perdido nada.
Siempre se las arregla para caer de pie. Rachel desde chica ha sido
problemática y antisocial. Aparte de tener su grano de culpa en el apagón, y de
casi destruir el mundo, no la vemos sentir
tanto por otros personajes (aparte su morocho) como siente Monroe. Perdió
un marido que no le interesaba, la muerte de su madre no la afectó para nada y
su escandaloso odio por Monroe culpándolo de ser el asesino de su hijo es un
absurdo. Ella había abandonado a Danny años antes. El chico pudo haberse muerto
de un ataque de asma cien veces y ella ni enterarse. ¿Quiénes son ellos para
decidir quien debe ser padre no?
Me imagino que ésta es una preparación para el momento en
que nos enteremos que Charlie es hija de Miles, y de nuevo los Matheson se sienten
en el banquillo de los acusados, pero es difícil empatizar con personajes que
siempre adoptan alturas morales que no alcanzan.
(es.paperblog.com) |
Bueno, volviendo a nuestro cuento. Esa noche, Bass busca a Connor,
Este también se erige en su juez. Entiende que Emma haya querido alejarlo de un
padre tan rufián. En su esfuerzo por encontrar un terreno común, Bass busca tentar
la codicia de su vástago. Es un “somos Targaryen. Vamos a recuperar El Trono de
Hierro”. No exactamente, pero la conversación está plagada de “tenemos la misma
sangre”, “un hijo hereda lo del padre”, “recobraremos La República Monroe”.
Llegan los narcos y los rodean. A Connor no le interesa recuperar tronos
desvencijados, pero el Capo Núñez quiere conocer al General Monroe.
Miles despierta, busca a Bass. Se entera que se lo llevó El Cartel.
Rachel cansada pregunta si ahora tendrán que rescatar a Monroe. “¿No te alegra
haber venido?” es la pregunta retorica de su morocho.